El “Estado de chueco” | Jorge Álvarez Banderas

Por: Dr. Jorge Álvarez Banderas
30 de noviembre de 2020

De acuerdo a la “GUÍA ÉTICA PARA LA TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO”, el “Estado de chueco” surge, cuando las leyes no se aplican o se aplican en forma facciosa, discrecional y arbitraria, proliferando la injusticia y la impunidad; por el contrario, el “Estado de derecho” se da cuando las instituciones se apegan a la legalidad y los servidores públicos están dispuestos a cumplir con lo mandatado por las leyes vigentes en forma parcial, equitativa y sin distingo para que haya justicia, generando con ello en la sociedad certidumbre jurídica.

En la “guía” se establece qué, si la justicia depende de uno, se debe entonces procurar ponernos en el lugar de quienes la reclaman y de actuar apegado a leyes y reglamentos y de acuerdo con nuestra conciencia; ahí mismo se define a la justicia como la conciliación civilizada de los derechos de dos o más actores sociales con base en el derecho y que su guía principal es el conjunto de leyes locales, nacionales e internacionales., acota que la justicia es el medio principal para evitar que los conflictos se resuelvan por medio de la violencia y que por eso se dice que la paz es fruto de la justicia.

Se precisa que dichas leyes son imperfectas por naturaleza y deben adecuarse constantemente a las realidades humanas y sociales, que son siempre cambiantes; así, se presenta la situación de que las leyes injustas deben ser modificadas; se invita a luchar con la palabra, con la organización social y con los recursos legales para modificar las leyes que no sean justas.

Después de dar lectura a lo que parece ser una catequesis para la captación de fieles al actual gobierno federal mediante elementos de naturaleza moral, me percato que las personas que lo formularon, al parecer se inspiraron en el contenido de la bibliografía de Anthony de Mello y de Jorge Bucay entre otros teólogos y psicodramaturgos, dejando de lado precisamente la idea de respetar, aplicar y hacer cumplir el sistema normativo vigente y de actuar si fuera el caso, solicitando al legislador federal la abrogación de leyes que para esta administración federal las pueda considerar “injustas” en un sentido absolutamente subjetivo.

Si preguntaran a los contribuyentes, si es justo o no la tasa aplicable a las ganancias que obtengan derivado de sus actividades económicas, seguramente la gran mayoría responderá que es injusta y por ese solo hecho dudo pidan la abrogación de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, ya que precisamente los ingresos tributarios mediante los cuales el estado se sostiene, derivan precisamente de la recaudación de las diversas contribuciones.

Lo cierto es, que el propio titular del poder ejecutivo federal ha sido un gran violador del sistema normativo vigente, protestó guardar y hacer guardar la Constitución Federal y las leyes que de ella emanen, no olvidemos el célebre “memorándum” dirigido a varios secretarios de estado, donde les pide no aplicar las disposiciones constitucionales vigentes en materia educativa; lo ideal es predicar con el ejemplo como muestra de congruencia que es lo menos que hoy existe en la administración pública. @lvarezbanderas

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