El martes 12 de enero pasado, dio inicio la vacunación masiva contra el Covid-19 en México, donde contamos con una población de un poco más de 126 millones de habitantes, de los cuales aproximadamente 95 millones de personas somos susceptibles de ser vacunados; al día de hoy, domingo 15 de marzo, la Secretaría de Salud anuncia que se han aplicado hasta este día 4 millones 339 mil 926 dosis, reiterando en su comunicado en redes sociales, que la mejor vacuna es cuidarnos mutuamente.
Mediante una operación aritmética se puede proyectar atendiendo a la información anterior, que, si la vacuna solo se tratara de una sola dosis para aplicar y no dos como sucede en la especie, la totalidad de la población llegaríamos a ser vacunados hasta el mes de octubre del año 2024, esto siempre y cuando el suministro del biológico no cesara por parte de los laboratorios con quien se ha contratado el suministro, o bien, se dejen de recibir las vacunas donadas por países como India, Rusia y China; el titular del poder ejecutivo federal se dice confiado de que Estados Unidos de Norteamérica también ayude, tal como lo han hecho los anteriores países.
La administración pública federal ¿está apostando a que le donen vacunas? la política anunciada en materia del combate contra el SARS-CoV2 para la prevención del Covid-19 data del 11 de enero pasado y a la fecha su edición ha sido modificada hasta en cuatro ocasiones; en este “documento rector”, se precisa que nuestro país se adhirió al mecanismo internacional de adquisición de vacunas conocido como COVAX, que contempla la compra centralizada de biológicos a diversas compañías para intentar asegurar una distribución global de las vacunas de al menos 20% de la población en cada país, para privilegiar la equidad en su aplicación sobre todo en los países con economías menos privilegiadas.
Se tiene contemplado que de manera inicial las farmacéuticas Pfizer, CanSino y AstraZeneca, además del mecanismo COVAX, sean la forma de garantizar la estrategia de vacunación universal prevista, misma que puede cambiar de acuerdo con los resultados finales de los ensayos clínicos que determinarán el esquema final, así como el perfil de eficacia y seguridad de las vacunas a ser comercializadas a nivel global.
De acuerdo con la información disponible, compartido como preliminar por parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el calendario de entrega descrito se indica que entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021 se recibirán por negociación directa suficientes dosis para inmunizar 17.2 millones de personas con la vacuna de Pfizer/BioNTech, 35 millones con la vacuna CanSinoBio y 30.8 millones con la de AstraZeneca, con un total de 83 millones de mexicanas y mexicanos inmunizadas. Además, se suman 25.8 millones de dosis mediante el mecanismo COVAX, para lograr la meta de vacunar al menos al 70% de la población en México en un período máximo de 18 meses; sin embargo, la realidad es distinta, ya que, en base a la experiencia a la fecha, la vacunación tratándose solo de una aplicación por persona, les llevaría 39 meses.
Si la vacuna se aplicara a quién demuestre que cumple con su obligación de contribuir al gasto público con el entero de nuestras contribuciones, pocos seriamos los vacunados dentro de una prelación atendiendo al monto de pagos en un determinado periodo, situación totalmente desproporcional, sin embargo, quienes contribuimos debidamente en tiempo y forma, nos tocará a muchos seguirnos cuidando, previo a recibir la aplicación.
Hay muchos mexicanos que están viajando al vecino país del norte a aplicarse la vacuna sin contratiempo, frente a la realidad que vivimos ¿tal conducta resulta admisible? ¿existe un dilema ético al respecto? La salud es un derecho fundamental que tenemos todos los mexicanos, no importa si pagas o no tus contribuciones, es una obligación del Estado promoverla, respetarla y garantizarla, para protegernos; la cuestión aquí es que la vida se nos puede ir esperando… @lvarezbanderas