Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas

Las víctimas de desaparición forzada son privadas de su libertad, mantenidas en detención secreta y muy rara vez son liberadas. A menudo su destino permanece desconocido; son frecuentemente torturadas y tienen miedo constante de ser matadas. Incluso si eventualmente son puestas en libertad, las cicatrices tanto físicas como psicológicas permanecen en ellas por el resto de sus vidas. Las familias y seres queridos de las víctimas también sufren una inmensa angustia. [1]
Ban Ki-moon
Ex Secretario General de Naciones Unidas
2015

El 21 de diciembre de 2010 la Asamblea General de Naciones Unidas, en virtud de la resolución A/RES/65/209 declara el 30 de agosto El Día internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que comenzará a observarse en 2011, y exhorta a los Estados Miembros, del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales y regionales, así como a la sociedad civil, a que observen este Día. [2]

De acuerdo con la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas,se entiende por desaparición forzada “el arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley.” [3]

Con respecto al tema las comunidades están directamente afectados por la desaparición de sostén de la familia, y la degradación de la situación de las familias económica y su marginación social ya que la desaparición forzada se ha usado a menudo como estrategia para infundir el terror en los ciudadanos. La sensación de inseguridad que esa práctica genera no se limita a los parientes próximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad [4]

Algunos de los derechos humanos que las desapariciones forzadas violan con regularidad son:

  • El derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica;

  • El derecho a la libertad y seguridad de la persona;

  • El derecho a no ser sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes;

  • El derecho a la vida, en caso de muerte de la persona desaparecida;

  • El derecho a una identidad;

  • El derecho a un juicio imparcial y a las debidas garantías judiciales;

  • El derecho a un recurso efectivo, con reparación e indemnización;

  • El derecho a conocer la verdad sobre las circunstancias de la desaparición [5]

Aunado a ello desde 1993, la Comisión de Derechos Humanos y su sucesor, el Consejo de Derechos Humanos, vienen aprobando con regularidad resoluciones en las que invita a todos los gobiernos a que adopten las medidas apropiadas, legislativas y de otra índole, para prevenir y castigar la práctica de las desapariciones forzadas, con especial referencia a la Declaración sobre la protección de todas las personas contra la desapariciones forzadas la cual fue proclamada el 18 de diciembre de 1992 por la Asamblea General, y a que actúen con tal fin en los planos nacional y regional y en cooperación con las Naciones Unidas [6].


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