222 años han transcurrido de la instauración de los estudios de derecho en la otrora Valladolid, el desprendimiento patrimonial de Doña María Francisca Xaviera de Villegas y Villanueva ha rendido frutos, proyecto que a la postre se integra a la naciente Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), dando lugar a nuestra Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (FDCS).
La universidad pública en Michoacán esta llena de claro obscuros, hoy más obscuros que claros, momentos de incertidumbre por cuestiones económicas por tener en los últimos años un presupuesto insuficiente en nuestra hacienda universitaria, presupuesto que se dispone al parecer, para salir del paso cubriendo con este, prestaciones no reconocidas, lo que origina el incumplimiento al final del ejercicio fiscal de manera generalizada con el pago de diversas prestaciones salariales; incluso, como docentes impartiendo cátedra en línea se nos violentan una serie de derechos laborales, respecto de los cuales se hace un mutis.
Momentos de incertidumbre en materia de salud por la pandemia que atravesamos y que nos ha cambiado la vida en todos los sentidos; los trabajadores universitarios encontramos en nuestras autoridades una insensibilidad plena, acompañada de una serie de omisiones y puertas cerradas, nos han abandonado, incluso la representación sindical de profesores bajo un juego perverso pareciera que nos ha entregado al dejar de defender nuestros derechos laborales, sin embargo nos adeudan prestaciones desde hace casi ya cinco meses y lo que avizoramos, es que lamentablemente sigamos así en adelante.
En este ejercicio fiscal 2021 al parecer, vamos por el mismo camino, un camino donde día a día se va perdiendo la legitimidad de nuestros órganos ejecutivos y administrativos, órganos encargados de crear disposiciones para transitar en un camino hoy abandonado, me refiero a la creación de un Reglamento que nos de certidumbre en nuestro retiro.
Existe una falta de interés que afecta a la comunidad universitaria para integrar un esquema electrónico para llevar a cabo auscultaciones y votaciones, lo más sencillo, por no decir lo más cómodo, es designar encargados o interinos, no renovar los cuerpos colegiados de las dependencias y de la propia institución obteniendo con ello un control férreo, en su propio beneficio.
La ausencia de la parte electrónica en nuestros esquemas de representación, permite que la institución de educación superior caminará al absolutismo, tal como vamos como nación, esta aseveración no es discursiva, es real, lo estamos viviendo día a día, nuestro deseo es que esta institución de educación superior a pesar de nuestras carencias, sigamos adelante consolidando nuestras fortalezas, sirviendo a quienes nos debemos, a nuestros alumnos.
En 20 días se dará el relevo administrativo en la FDCS UMSNH (22 mayo), no se vislumbra el tiempo para innovar, llegará un “encargado” designado por el Rector, persona que quizá sea “eterno” en sus funciones, situación que afecta la esfera jurídica de quienes deseamos conducir a nuestra dependencia educativa ¿tendremos esa oportunidad? @lvarezbanderas
El quebrantador de la ley | Jorge Álvarez Banderas
